Parte de ésta publicación,
ya la habíamos presentado en otra entrada en el blog. Pero el tema nos pareció importante, y
quisimos recalcarlo para que todos estemos claros que pensamos. Hablamos de la remuneración económica de
aquellas personas que se dedican a compartir sus conocimientos espirituales.
“Por ejemplo, hay quien
critica a los que leen el Tarot. A los que cobran por su videncia, A los que
tienen negocios de ocultismo, y deciden vivir de eso. Se piensa, que las
personas que se dedican a aprender y a compartir, deben hacer la caridad, en
vez de tener una remuneración por el tiempo invertido en la ayuda o el
aprendizaje del otro. Yo les contesto… ¿Dónde está lo malo? ¡Si algo te
apasiona tanto, que puedes hacerlo para vivir, porque no hacerlo! Si no le
haces daño a nadie… ¿Cuál es el problema? ¿En qué les puede afectar eso a las
personas? No pagues un servicio, si no lo deseas. Pero no trates de controlar
al que desea el servicio, y cree que eso lo beneficia de alguna forma.
Entiendo la falsedad de
muchos que se aprovechan de la ignorancia de otros. Está en cada cual, el
aprender a discernir entre lo bueno y lo malo. Entre lo honesto y lo
deshonesto. Pero, en el camino hay de todo.
Mencióname una religión, una…no dos, no tres, una, que no venda algo.
Que no les pague a sus líderes. Que no pague edificios con lo que los demás aportan.
Mencióname una… una.
Mientras, exhorto a los
trabajadores serios de caminos espirituales a seguir cobrando por sus
servicios. Hay casos y hay casos. Pero
su tiempo, su preparación, sus conocimientos valen. Si tú no le das valor a lo
tuyo. Créeme, nadie se lo va a dar. Obviamente, que el trabajo sea limpio y
merecedor de la retribución. Si el propósito es la ayuda, debe ser mutua, si el
propósito es el engaño, caerás por tu propio peso. Nadie se atreve a hablar de
esto, ya era hora, de que alguien le pusiera la tapa al pomo.
Nemuel Flores
Ocultismo, Magia y
Espiritualidad
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